Mitades
Audio LINK - Mitades El césped es lo que mejor recuerdo el olor era profundo como tus secretos en los míos, mis dedos tu sonrisa y esa gota de agua que esperaba, apoyada y de puntillas, contra el cielo mientras otra nube pasaba hasta que, luego, sonaba la campana y corrían los zapatos y los mecheros saltaban, de mano en mano, se perdían al azar, siempre al azar como la sorpresa que me arrancaba de los ojos, la marabunta, que estiraba a romper quedándose partida en mis tripas con todas nuestras mitades separadas, por si acaso porque sabíamos de la garra, sabíamos del odio y de la ira… mientras corríamos y desaparecían a solas, tu mitad y la mía lejos, como estas mitades que aún conservo, lejos de los saludos tensos. De los maniatados. Porque me querían en mi cuello, quieta como otra voz enterrada bajo las rocas, que silban en las montañas y que retumban en las nieves de invierno, antes de soltarse en los ríos, en los campos y caminos en